*En un partido, disputado, emocionante y vibrante partido digno de una final, los de blanco se quedaron con el trofeo del mejor.

CAJAMAG 2 Ciudadela Educativa 0, ese fue el marcador final de un partido intenso y lleno de emoción, con ambos equipos luchando por cada balón y creando oportunidades de gol. Sin embargo, fue CAJAMAG el más efectivo en la cancha y logró convertir dos goles que le dieron la victoria y a la postre de los 70 minutos de juego el título de campeón.

El primer gol llegó por una desatención de la marca de COOEDUMAG por el lado izquierdo, se elaboró un centro que obligo al campeón con Junior de Barranquilla, Luis ‘Lucho’ Fernández, salir a enfrentar al rival, en su primer contacto Salió airoso, el balón quedó flotando en su área chica, ningún compañero pudo llegar en auxilio y quien si hizo contacto con el esférico fue Albenis Caro, que dio un puntazo frente a Fernández y la bola entró…! ¡Gol, gol, gol! Se gritó en la cancha y la tribuna, donde estaban esposas, hijos y amigos del equipo de la Caja de Compensación.

CAJAMAG, había llegado a la final precisamente por ser un equipo que aprovecha oportunidades precisas con jugadas casi calcadas, un balón en los pies de Germán Navarro, o define en la individual o arrastra marcas y pone el pase centrado o filtrado, para dejar un compañero listo para liquidar, así lo hicieron en semifinal con Bilingüe, y ahora lo aplicaban con COOEDUMAG.

Los de la Ciudadela Educativa, estaban advertidos por el técnico, ¡Quien haga un primer gol, toma ventaja por el tamaño de la cancha! Les había dicho antes de empezar. Con la Gacela Jonathan Mendoza y el internacional Dairo Pérez, el equipo atacó y se crearon varias jugadas a partir de faltas que desde un tiro libre podían traer el empate, pero una, dos, tres veces en los pies de Dairo, Lucho Fernández y el profesor Torres, se disparó, pero no se fue efectivo.

El primer tiempo terminó así 1×0, en el segundo tiempo se siguió jugando con intensidad, ya en el primer tiempo hubo varias tarjetas amarillas, y frente al arco debajo del palo de mango, comenzó el show del ¡No quiere entrar! La suerte es un imaginario colectivo que no existe, pero si el éxito, y eso no tuvo COOEDUMAG, frente al arco, sino la sacó el arquero, el balón se reventó rebeldemente en el arco o de manera inexplicable con el arco solo el jugador no anidaba el balón en la red, no pudo Etel Rivera, tampoco Lio Diazgranados, menos Dairo Pérez, el Divino Peralta, Carbonó y Mendoza. ¡Nadie la mete Nojoda! Gritó desde la raya el técnico Ángelo Labastida.  

Contrario a ello, pasó lo que se dio durante todo el campeonato, si le permitían al ‘Calvo de Oro’, Germán Navarro, tocar el balón y voltearse había peligro, solo pasó una vez y por el lado de Randall, lo superó, luego enfrentó a los centrales y corrió el balón a la derecha esta vea quien recibe es Diego ‘El Flaco’ Sierra, quien vence a Lucho Fernández, el fatídico 2×0 sería hasta el final ¡Campeón CAJAMAG, en su primer arribo a la final luego de su joven participación, la segunda en un torneo de 9 temporadas.

“Ha sido una final, llena de emoción en un torneo que cada vez tiene más interés, donde muchos otros colegios quieren jugarlo, felicito al campeón y al subcampeón, hicieron un maravilloso espectáculo”, diría Alexander Quintana.

Al final se llevó a cabo la premiación del torneo, el japones del fútbol jugador de Elisita Diazgranados se quedó con el trofeo de la valla menos vencida, Junior Martínez con el guayo de oro, al ser el máximo artillero con 12 tantos, el trofeo de subcampeón para C E COOEDUMAG y el gran campeón fue CAJAMAG  

CAJAMAG: El Campeón

“Nos llevamos el título de campeón del Torneo Inter-Padres gracias a nuestra determinación y efectividad en la cancha. El equipo demostró ser merecedor del título, y se llevó el mérito y el orgullo de ser el campeón”. Diría con felicidad Germán Navarro, su jugador figura.

Torneo Inter-Padres, en su primer semestre, terminó con un gran abrazo entre los jugadores de los dos equipos, muchos competidores habían llevado en la mañana de este sábado 21 de junio a sus hijos a presenciar la gran final de un torneo que es una competencia sana, en donde se cree en Dios y en el buen fútbol.