*Al mejor estilo de Gabriel García Márquez se puede decir que hay que verlo para contarlo
Por mera casualidad conocí a la señora Blanca Tabares una ama de casa que trabaja en casa de familia a fin de llevar el sustento a la casa, es una mujer pilosa, dispuesta y especial, de eso se da uno cuenta apenas la trata. En una charla casual me dijo que había aprendido a leer y escribir con mayor fluidez gracias al programa del gobierno de Carlos Caicedo Omar Yo Si Cambio, Todos Alfabetizados.
Me habló de otras mujeres y hombres que vivieron esa experiencia en el llamado ciclo de formación, la curiosidad periodística me llevó a conocer más personas como ella, aquí en Santa Marta y a la medida que se fue dando, me conecte con su alegría y satisfacción, viaje a algunos municipios unos cerca al mar y otros cerca al río.
Me encontré con gente de ese Magdalena profundo, llenos de amistad sincera y la invitación servida a un buen tinto con pan, me introduje en cada personaje y entre estudiantes y profesores, pude palpar el valor del programa, que para estas miles de personas que lo pudieron vivir dejó una huella imborrable, su vida cambió.
Fue tan gratificante el escenario y el contacto directo con ellos, que me inspiró hacer esta crónica la cual construí despojado de cualquier interés, creo que lo que concebí fue reconocer que muchas veces se hacen cosas por la gente que por muy sencillas que parezcan, tienen una carga significativa que va directo al corazón, al presente y futuro de los pueblos. No hay duda hay hechos que sí pueden cambiar a un mundo de gente, este programa es uno de ellos.
Les dejo la crónica, construida al lado del gran Guillermo ‘Guillo’ Cantillo.