*En una clínica de la ciudad de Barranquilla permaneció en la Unidad de Cuidados intensivos y esta madrugada falleció, es la información que se conoce hoy.
Me duele hasta las lágrimas saber esta mañana de jueves 28 de diciembre, de la muerte de Ponce, desconocer de su último estado me saca aún más lágrimas porque no pude orar por su salud y pedir a la Santísima Trinidad por su recuperación, José Ponce se fue en un silencio miserable, como muchas veces miserable es la misma vida.
Me duele escribir y lloro su partida, porque para mí fue un gran ser humano, cargado de defectos, pero sin duda una suma de virtudes que lo volvieron un hombre imprescindible en nuestra sociedad, su concepto fue duro y honesto, su condición de periodista fue cabal y tenía una condición. El periodismo primero.
José, podía impostar un poco la voz o bastante, nojoda no importa, de su garganta siempre salieron frases, opiniones y conceptos, serios que ponían a pensar al oyente, a reflexionar a la sociedad y eso siempre será muy bueno, es allí donde servimos como periodistas, es por eso que en nuestro oficio servimos, es por eso que la máxima de mi madre Juana Isabel cuando me decía. “Hijo es que lo dijeron en la radio”. Entonces a los 10 años entendí que si lo decían en la radio era verdad, no obstante que hoy la radio está llena de mentirosos, José Ponce siempre habló con la verdad y yo siempre le creí.

Y fue un Galáctico, porque algún día en los 90’s Yannis Moscote, Luis Fernando y Agustín Iguarán, Rafael Rodríguez, él y yo, nos reunimos para decidir viajar por el Colombia y quizás el exterior con un balón y contar que en Santa Marta había periodismo de verdad y fútbol, entonces Ponce ayudó a liderar viajes a Bogotá, Medellín, Bucaramanga, Barrancabermeja, eje cafetero, el Caribe y Maracaibo Venezuela, en cada lugar José Ponce dejó plasmado su liderazgo. Y nos puso de nombre Los Galácticos, junto a nuestras familias recorrimos Colombia y fuimos felices.
A Ponce, le agradecemos lo que hizo con su talante y talento, lo construido en todos los medios de comunicación donde trabajó fue grande , gracias a su liderazgo quiso siempre la unión del buen periodismo, el Círculo de Periodistas, el Colegio de Periodistas, fueron agremiaciones desde donde siempre quiso buscar la unión del gremio, José Ponce era un hombre de unidad, y generar el concepto de equipo en el periodismo local.

Su partida duele en tiempos donde el concepto y el criterio periodístico anda en el limbo, donde hay más activistas, negociantes de la palabra, delincuentes de los medios, malparidos del micrófono, que ciudadanos al servicio de la verdad y de la sociedad a través de los medios de comunicación, creo sinceramente, repito que, en medio de sus defectos, José Ponce Obispo, fue para el periodismo un gran personaje defensor de su esencia, de su condición de informar, enseñar y en lo posible divertir.
A su primera esposa Maribel Gómez De La Hoz, a sus hijos Leonardo, Eduardo y Diego Ponce Gómez, a su segunda compañera Lucy Gracia Gamarra, su jovencita hija María José Ponce Gracia, mis condolencias.
Ponce, nació para ser periodista, llegó a este mundo el 9 de febrero el día nacional del periodista, entonces ese día se le daba un abrazo doble, en lo institucional entre 1992 y 1994 fue el jefe de prensa del alcalde de Santa Marta de entonces, Hugo Alberto Gnecco Arregocés. Como periodista trabajó en Radio Galeón, La Voz del Turismo, Hoy Diario del Magdalena, PCT en la Noticia y Radio Magdalena. Fue corresponsal del Noticiero Nacional de televisión, también 24 Horas. Recibió múltiples reconocimientos, entre ellos La Gran Cruz de Bastidas que entrega el Concejo de Santa Marta.

Fue visionario y creador, dio nacimiento al ‘Tintico de doña Esther’ (nombre de su madre) espacio en el que hacía comentarios de tipo político. Fue el padre de ‘La zona de distensión noticiosa’, alusiva a la zona de despeje que entre 1988 y el 2002 autorizó el gobierno del presidente Andrés Pastrana para adelantar un proceso de paz con las Farc y en la que él hacía análisis de temáticas nacionales.
Y concibió ‘La botica de los pobres’, que era una especie de dispensario de medicamentos que conseguía a través de donaciones para ayudar a las personas que no tenían cómo adquirir los remedios.
Vuelve a brotar una lágrima y da rabia no haber orado por ti José y acompañar tus últimos días por desconocer tu estado, quiero que sepas que entonces ya en esta dimensión de cielos abiertos, le pediré a mi adorable hija Marcela Alejandra que te reciba con cánticos y fiesta, porque fuiste mi amigo, mi compadre y un verdadero galáctico.

Paz en tu tumba mi buen amigo José Ponce Obispo, ve con el creador.